La Central Nuclear de Almaraz carga en su reactor, 72 toneladas de óxido de uranio enriquecido con U-235, en una proporción media de aproximadamente el 4,5 por ciento.
Este combustible se presenta en forma de pastillas cilíndricas de 8,1 mm de diámetro y 9,8 mm de longitud apiladas en unos tubos o vainas de aleación metálica de zircaloy de algo más de 4 metros de longitud y 10 mm de diámetro. Las vainas, a su vez, se agrupan en haces de 289 unidades (17 x 17), denominados "elementos combustibles", destinándose 264 de aquellas unidades para alojar las varillas de combustible y siendo el resto tubos guía que además de dar rigidez a la estructura alojan instrumentación y barras de control. En la vasija del reactor se alojan un total de 157 de estos elementos combustibles.
La recarga del reactor se realiza de forma periódica, sustituyéndose un tercio de los elementos combustibles.
Comparativamente, un día de producción de esta central equivale al consumo de 68.000 barriles de petróleo en una central de fuel de la misma potencia y casi 14.000 toneladas diarias de carbón en una térmica convencional, evitando el vertido diario de 48 millones de toneladas de CO2, gas que interviene en la creación del efecto invernadero.